La Trisignia es el símbolo de la Metafísica; se llama así porque está compuesta por tres insignias o símbolos que encierran la enseñanza interna de la Edad Dorada. Estos símbolos son: un corazón, que en la parte superior tiene una Llama Triple ardiendo, y cada llama presenta tres puntas; todo ello se sitúa encima de una Cruz de Malta de color violeta, circundada por una rueda de ocho rayos de color naranja. Cada uno de estos elementos actúa como un imán muy poderoso.
La Trisignia también se compone de tres signos superpuestos que representan las enseñanzas internas de los tres Maestros más universales de la humanidad: el corazón con las llamas representa el Corazón de Jesús y su enseñanza; la rueda con ocho rayos simboliza las enseñanzas del Señor Gautama; y la Cruz de Malta representa las nuevas enseñanzas del Maestro Saint Germain.
La Trisignia no es un simple símbolo ni debe considerarse un fetiche o amuleto para la protección o la buena suerte. Sin embargo, cuando las enseñanzas representadas en este símbolo son plenamente vividas, y se está en armonía con el ser interior, constituyen una fuente máxima de protección, seguridad, amor, belleza, salud, prosperidad y de todo lo bueno. Cada una de las partes de la Trisignia es también un objeto de meditación constante, pues recuerda un aspecto esencial de la enseñanza espiritual.
Este texto está extraído del libro Perfil de la Metafísica, de Rubén Cedeño. Si deseas saber más, puedes descargar la aplicación de Metafísica, disponible para iOS y Android.
