Son sustancias minerales que, una vez talladas, cortadas y facetadas, se usan en el mundo de la joyería. Se caracterizan por su exquisita belleza. De acuerdo con sus propiedades, se clasifican en gemas preciosas y semipreciosas.

La dureza es una de las características más destacables de las gemas: cuanto más alta sea la dureza, más resistentes son a los arañazos y al desgaste. Se mide en la escala de Mohs, que va del 1, de menor dureza, al 10, de mayor dureza. Una de las más duras es el diamante, que obtiene una clasificación cercana al 10. Le siguen el rubí y el zafiro.

El color de las gemas es la característica más evidente y atractiva que todo el mundo puede apreciar. Cada gema tiene un color único que la hace especial. Al valorar una gema por su color, lo importante es la intensidad, ya que puede variar según la presencia de impurezas y óxidos en el interior del mineral. Las gemas incoloras, como el diamante, se destacan por su inconfundible brillo.

El brillo es otra característica atractiva y destacable de las gemas preciosas, ya que es su capacidad para reflejar la luz.

La rareza es otra propiedad que determina el valor de las gemas preciosas: cuanto más escasa sea, mayor será su valor. Entre las gemas preciosas más raras del mundo se encuentra el diamante rojo.

TIPOS DE GEMAS

Gemas preciosas: son las que más valor tienen debido a su belleza y dureza excepcionales.

- Diamante: conocido por su alta dureza y brillo, es una de las gemas más valiosas y deseadas.
- Esmeralda: se distingue por su bello color verde; cuanto más intenso es el color, más valiosa será la esmeralda.
- Rubí: su espectacular color rojo la convierte en una de las gemas más bellas del mundo.
- Zafiro: la variedad azul es la más conocida, aunque también existen zafiros rosados, amarillos y verdes.

Gemas semipreciosas: son aquellas que no cumplen con todos los requisitos para ser catalogadas como gemas preciosas. Entre ellas se encuentran: Jade, Lapislázuli, Amatista, Citrino, Malaquita, Rodocrosita, Cuarzo, Ámbar, Topacio, Turquesa, Ónix y Granate.

Cada gema canaliza las energías de uno de los Siete Rayos. Portar una determinada gema en una joya atrae la radiación de las cualidades de un Rayo en particular.